Y es que, en las elecciones extraordinarias de 2023, cuando el pueblo tuvo que ir de nuevo a las urnas luego de que el presidente en funciones Guillermo Lasso invocase una figura constitucional identificada como “muerte cruzada”, Noboa sorprendió al ubicarse en el balotaje tras obtener 2.315.296 votos, equivalente al 23,47% del total. En aquella ocasión, su rival, con la que se vuelve a medir, Luisa González, delfín del socialista y prófugo de la justicia de Ecuador Rafael Correa, alcanzó el 33,61% con 3.315.663 votos, una ventaja de más de 10 puntos porcentuales. Sin embargo, en la segunda vuelta, Noboa logró revertir la diferencia y obtuvo la victoria con el 51,83% de los votos, asegurando la presidencia con 5.251.695 sufragios.
Dos años después, en las elecciones de 2025, el panorama ha cambiado. En la primera vuelta del 9 de febrero, Noboa logró 4.945.000 votos, alcanzando el 44,17% del total, mientras que Luisa González obtuvo el 43,97% con 4.925.244 votos. La diferencia entre ambos fue de apenas 19.756 votos, un margen históricamente estrecho. No obstante, al comparar con 2023, el salto de Noboa es evidente.
“Ahora bien, hay un resultado muy positivo y fuerte también de la señora Luisa, del correísmo, que a lo mejor no todo el mundo esperaba. Particularmente no esperaba un resultado tan justito. Pensaba que el presidente iba a tener cierta holgura, cierto margen (…) no pensaba que fuera a ser tan justito, con lo cual, pues oye, eso es lo que ha dicho el pueblo ecuatoriano y tenemos que reflexionar todos. Tanto Luisa como Daniel, por qué hay dos países. Tendremos que ver cómo lo hacen ya no solamente cómo lo van a hacer para ganar”, prosigue el analista. “Bueno, en principio creo que va a salir adelante, o sea, creo que Daniel Noboa va a seguir otros cuatro años. Además, creo que hubo un cambio hace un año y medio y ese cambio va a seguir, creo que por ahí van a ir las cosas pero evidentemente quien gane, va a tener que contar con el otro”.
Los indecisos
En Ecuador el voto es obligatorio y aunque había una gama de 16 opciones presidenciales en primera vuelta, el 6.8% de los electores registraron voto nulo y el 2.16% de los sufragantes dejaron en blanco sus papeletas. Otro 11.15% prefirió repartir su voto entre las otras 14 alternativas, siendo el partido indígena Pachakutik, liderado por Leonidas Iza, la tercera intención de voto después de Noboa y González.
Para el balotaje, tanto el presidente Daniel Noboa como su retadora Luisa González deberán mantener el terreno ganado, según explica Jorge Santiago Barnés, pero también tendrán que ver cómo hacen inclinar la balanza.
“Ahí tienes parte de esos votos que son los que necesitan ambos candidatos. El movimiento Pachakutik ha obtenido un cinco y pico por ciento en la primera vuelta. Habitualmente suele tener más intención de voto, no intención, habitualmente suele tener más voto real (…) luego está el voto nulo y el voto en blanco. Siempre suele pasar que esa gente que está un poco descreída, un poco desmotivada, esas personas a las cuales ninguno de los dos candidatos o de los 16 candidatos que había, les orientaba una solución a sus necesidades. Aunque el voto es obligatorio va a haber de ese casi 10% del voto nulo-blanco, un 4 o un 5, a lo sumo, que sí se va a pronunciar. Y estamos hablando de un 5% en una campaña en donde la diferencia es medio punto, ese voto blanco o ese voto nulo que no se decantó en la primera vuelta y que sí se va a decantar en esta segunda, ahí puede estar también la presidencia”.
País dividido
La principal certeza en Ecuador es que hay un país dividido y tras el resultado presidencial se definirá quién será el oficialismo y quién la oposición por los próximos cuatro años.
“En política se vota con el corazón y se vota con el hígado. Y hay veces que votas con el corazón, primera vuelta. Tú votas a quien quieres y hay veces que votas con el hígado, segunda vuelta. Es decir, no votas a ninguno de los que quieres porque no quieres a ninguno, voto al menos malo. Creo que por ahí van a ir los ecuatorianos”, especula el analista.
La Asamblea Nacional, electa el pasado 9 de febrero, quedó constituida con Revolución Ciudadana, partido que respalda a Luisa González y lidera, desde el exilio Rafael Correa.
Acción Democrática Nacional (ADN), tolda política creada por el presidente Noboa, logró 66 curules en la Asamblea, mientras que Pachakutik registró 9, el Partido Social Cristiano 5, Movimientos Locales 3 y Construye 1.
La relación entre el Ejecutivo y el Parlamento dependerá de la estabilidad política de Ecuador durante los próximos cuatro años. Si se consigue un ambiente de consensos, podría ser viable que el presidente que resulte electo concrete su plan de Gobierno; mientras que, si la relación es hostil, como en los últimos tres periodos, las disputas volverán a ser parte de la agenda política.
“Ecuador no quiere una dictadura, o sea, vamos a ver, la gente lo que quiere es libertad, quiere es estar tranquila, quiere es hacer su trabajo todos los días, llevar al niño al colegio y trabajar y ponerse delante de la televisión y desahogarse un poquito. Y que los políticos hagan su trabajo (…) que si nos cortamos el dedo vayamos al hospital y tengamos algodón. Que no necesites ir al hospital y que te digan, ‘pues has venido un mal día macho porque hoy no tenemos algodón’. Eso no puede ser. Entonces los ciudadanos tienen que saber un poco quién está detrás de cada cara y quién está detrás de cada partido. Bueno, pues es saber qué tipo de país quiero, ¿no?”, detalló el analista.
“El precio del poder”
En el ejercicio del poder, toda decisión tiene un costo político. Así lo explicó recientemente el analista Jorge Santiago Barnés al referirse al gobierno de Daniel Noboa, cuya gestión está marcada por un desgaste natural, pero que, según los números, sigue gozando de una sólida aceptación.
"Hay una cosa que se llama el precio del poder, es decir, cuando tú gobiernas tomas decisiones, y si tomas decisiones en favor del grupo A, se te enfada el grupo B; y si tomas una decisión en favor de los empresarios, pues los trabajadores se te enfadan. Y si das una cosa a los trabajadores, pues los empresarios se te enfadan. Eso se llama el precio del poder. Es el desgaste del poder. Y eso lo tienen todos los gobiernos. Y el señor Daniel Noboa lo tiene como cualquier otro presidente. Pero ha sido un desgaste muy poquito. Fijaos que ha tenido un 44%", de respaldo en la primera vuela electora, expresó el analista.
La administración de Noboa ha sorteado desafíos económicos, de seguridad y políticos que en otros escenarios habrían significado una caída abrupta en la aprobación ciudadana. Sin embargo, el mandatario ha logrado sostener un 44% de respaldo, cifra que, en comparación con otros gobiernos en su etapa inicial, demuestra una resiliencia significativa.
Desde su llegada al poder, Noboa ha impulsado medidas enfocadas en la seguridad y el fortalecimiento de la economía, temas sensibles para la ciudadanía ecuatoriana. No obstante, como señala el análisis, toda política pública genera reacciones divididas. La estrategia del presidente ha sido buscar un equilibrio entre las diferentes demandas sociales y empresariales, aunque no sin generar fricciones en el camino.
Su capacidad de maniobra y la aceptación de sus decisiones serán claves para determinar si logra mantener este respaldo en el tiempo o si, por el contrario, las tensiones políticas y sociales terminan erosionando su popularidad.