CARACAS - El régimen de Nicolás Maduro continúa sumando crímenes de lesa humanidad a la investigación que adelanta desde 2018 la Corte Penal Internacional (CPI). Este viernes, 13 de diciembre, distintas ONG confirmaron la muerte bajo custodia del Estado del segundo preso político poselectoral.
Jesús Rafael Álvarez, de 44 años de edad, fue detenido el 2 de agosto, junto a su esposa Anny Suárez de Álvarez, en El Callao, estado Bolívar (sureste), en el marco de la represión feroz que desató la dictadura venezolana tras las elecciones del 28 de julio.
En medio de una serie de excarcelaciones celebradas esta semana, el cuerpo sin vida de Álvarez fue sacado del Internado Judicial de Tocuyito, en el estado Carabobo (centro-norte), donde se encontraba recluido desde inicios de septiembre, a más de 1,000 kilómetros de distancia de su ciudad de origen, la madrugada de este viernes.
Se enteran por redes sociales
El cadáver de Álvarez fue trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (SENAMECF) de Carabobo, sin que nadie del Ministerio del Servicio Penitenciario le informara a sus familiares, quienes se enteraron a través de las denuncias publicadas en redes sociales.
"Mi papá que falleció fue ayer (jueves 12 de diciembre) y lo pasaron para el hospital central, en la morgue, pero no me avisaron nada. No recibí ninguna llamada, nada. Yo me vengo a enterar es por una noticia en las redes. ¿Cómo el familiar de uno que está ahí, preso inocentemente, va a morir y a uno no lo llaman, uno tiene que enterarse así", expresó su hijo Jesús Álvarez en un video difundido en la red social X del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
El joven, de 22 años, es el mayor de tres hermanos, dos menores de edad (17 y 7 años). Desde el traslado de su padre a la cárcel de máxima seguridad, se había trasladó al estado Carabobo para llevarle comida a su papá. Sin embargo, nunca se le permitió el ingreso al penal, puesto que solo recibían visitas de mujeres, por lo que desde la detención de su padre no pudo verlo, solo enviarle comida a través de personas autorizadas como apoyo familiar y mantener, en tres o cuatro oportunidades, breves conversaciones con él, en las que pudo escuchar las torturas que sufría.
Exigen al régimen la entrega del cuerpo
"Mi papá era una persona sana, no padecía de nada. Allí lo castigaban solo por tener hambre. Si se quejaba, lo aislaban y amarraban. Si pedía hablar con la familia, lo golpeaban. A mi papá lo castigaron y lo mataron en la cárcel", denunció el joven entre lágrimas.
Las causas de la muerte de Jesús Rafael Álvarez no han sido identificadas.
Tras enterarse del fallecimiento de su padre la noche de este viernes, Álvarez se trasladó a la sede del SENAMECF en donde pudo reconocer el cadáver a través de una fotografía irreconocible de su padre. El cuerpo estaba demacrado, con barba, extremadamente delgado, con un pómulo hinchado y evidentes signos de golpes, según la reseña del OVP.
Para retirar el cadáver de su padre, le piden un documento del penal, en el que las autoridades niegan que haya un fallecido. "Me dicen que ahí (Tocuyito) no hay ningún muerto, que cuál es el cadáver. ¿Lo que vi allá qué era? ¿Qué fue lo que me mostraron? ¿Un muñeco, algo falso? Ese era mi papá, lo que yo vi allí. Los datos que tomaron para el acta de defunción no son falsos. Exijo que me entreguen el cuerpo de mi padre ", aseveró el joven.
"No quiero que mi mamá muera"
Álvarez también exigió la liberación de su madre, Anny Suárez de Álvarez, a quien tiene que darle la triste noticia del fallecimiento de su esposo, tras más de 20 años de matrimonio, separados solo por la detención arbitraria de la que fueron víctima.
"Hoy me llevo a mi papá muerto, pero no quiero que mi madre me la entreguen igual. No quiero que ella también muera, que ella muera encerrada ahí siendo inocente, igual que mi padre que murió inocentemente", expresó.
Jesús Rafael es el segundo fallecido en custodia del Estado desde que estallaron las protestas en contra de Maduro, que dejaron 27 muertos y casi 200 heridos. El primero fue Jesús Manuel Martínez, de 36 años y miembro del partido de la líder opositora María Corina Machado. Murió en un hospital de la ciudad de Barcelona (este) por un problema cardíaco, asociado a una diabetes tipo II.
FUENTE: Con información del OBV / AFP / redes sociales / Redacción DLA