LA HABANA- El líder opositor José Daniel Ferrer García entregó alimentos a 1.025 cubanos en situación de vulnerabilidad en Santiago de Cuba, mientras cientos hacían largas colas para comprar las tres libras de papas por persona que el régimen comenzó a vender a través de la libreta de racionamiento, tras meses de escasez.
Según informó Ferrer en su cuenta de X, la cifra superó en más de 100 a la del día anterior, aunque la demanda desbordó la capacidad de su equipo. Su esposa, la doctora y activista Nelva Ismaray Ortega, también incrementó la atención médica a personas enfermas, alcanzando 58 consultas en la jornada.
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"Labor humanitaria"
El régimen reaccionó a esta labor organizando, el 22 de marzo, un desfile de miembros del Partido Comunista, trabajadores y estudiantes frente a la vivienda de Ferrer —sede de la UNPACU— en un intento de desacreditarlo. Además, la Seguridad del Estado ha amenazado con cárcel a beneficiarios de la ayuda humanitaria si acuden a su hogar.
Dos días antes, la ONG Prisoners Defenders reveló que, desde la excarcelación de Ferrer el 16 de enero, la UNPACU había distribuido más de 14.000 servicios de ayuda a más de 2.000 cubanos. La organización mantiene un ritmo creciente de atención, a pesar de la represión oficial.
Ferrer, encarcelado en múltiples ocasiones por su activismo, retomó su labor humanitaria desde el día de su liberación, impulsado por la crisis que afecta a la población cubana.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba