SAO PAULO_ Una multitud se congregó este domingo en Sao Paulo convocada por el expresidente Jair Bolsonaro, que busca en el acto rechazar los señalamientos golpistas en su contra y dar una demostración de fuerza como líder de la oposición en Brasil.
Miles de seguidores de Jair Bolsonaro, vestidos de verde y amarillo, acudieron a la manifestación
SAO PAULO_ Una multitud se congregó este domingo en Sao Paulo convocada por el expresidente Jair Bolsonaro, que busca en el acto rechazar los señalamientos golpistas en su contra y dar una demostración de fuerza como líder de la oposición en Brasil.
Miles de seguidores, al menos 500.000 personas, vestidos de verde y amarillo comenzaron a llegar desde la mañana a la emblemática Avenida Paulista de la megalópolis, donde el opositor convocó la marcha.
Será "una manifestación pacífica en defensa del Estado de derecho democrático", aseguró Bolsonaro en varios videos publicados en las redes sociales para movilizar a sus seguidores.
El exmandatario dijo que pretende defenderse de "todas las acusaciones" en su contra, incluidas las sospechas de haber participado en un plan de golpe de Estado para mantenerse en el poder, tras su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva en octubre de 2022.
Entre la multitud reunida en Sao Paulo estaba Wilson Aseka, que viajó unos 700 kilómetros desde el vecino estado de Minas Gerais: "Bolsonaro es una persona honesta, víctima de una persecución", afirmó el constructor de 63 años con una bandera de Brasil colgada al cuello.
"Es importante apoyarlo, porque él representa a Dios, patria y familia", agregó, repitiendo el lema del exmandatario.
La policía lanzó el 8 de febrero la operación Tempus Veritatis (la hora de la verdad, en latín), contra Bolsonaro y varios de sus estrechos aliados, incluidos algunos de sus exministros. Hubo allanamientos, detenciones y al exmandatario se le prohibió salir de Brasil.
En las encuestas, Bolsonaro se mantiene como líder de la oposición, aunque no puede presentarse a ninguna elección, al haber sido inhabilitado hasta 2030 precisamente por criticar las urnas electrónicas.
Se prevé que el gobernador del Estado de Sao Paulo y exministro de Bolsonaro, Tarcisio de Freitas, así como el alcalde de la megalópolis, Ricardo Nunes, participen en la marcha.
Uno de los abogados de Bolsonaro, Fabio Wajngarten, indicó el jueves que esperaba entre "500.000 y 700.000" manifestantes, así como más de un centenar de diputados.
"El día 25, yo voy. Por Brasil. ¡Será gigante!", escribió en X la diputada federal bolsonarista Bia Kicis.
"Si hay una gran adhesión, (Bolsonaro) podrá decir que el pueblo está con él", afirmó André Rosa, politólogo de la Universidad de Brasilia. De lo contrario, perderá "legitimidad", agrega.
La manifestación también fue promovida por el pastor Silas Malafaia, muy influyente entre los millones de evangélicos de Brasil, electorado clave para Bolsonaro y la oposición conservadora.
El expresidente pidió a sus seguidores que marchen con el verde y amarillo -los colores de la bandera de Brasil, pero que no lleven pancartas ni banderolas.
La mayoría de los manifestantes que asisten a la convocatoria cumplen con la consigna, muchos vestidos con camisetas de la selección de fútbol y banderas "verdeamarelas".
Bolsonaro también solicitó que no haya manifestaciones en otras ciudades del país.
Además de estar al frente de varias investigaciones contra Bolsonaro y su entorno, este magistrado autorizó la operación policial "Tempus Veritatis".
FUENTE: AFP