sábado 18  de  enero 2025
REACCIONES

Entre rechazo y duda reciben cubanos orden ejecutiva de Biden

La única buena noticia de la medida, consideran, es la liberación de 553 prisioneros para lo cual aseguran intervino El Vaticano

Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

LA HABANA. - Wilber Aguilar Bravo, padre de un hijo con discapacidad intelectual sancionado a 12 años de privación de libertad tras las protestas callejeras del 11 de julio de 2021 en la barriada pobre de La Güinera, al sur de La Habana, espera con impaciencia que Walnier Luis Aguilera Rivera, de 24 años, sea liberado.

Muy cerca de su casa, Elizabeth León Martínez, madre de tres hijos presos por participar en las manifestaciones contra el gobierno el 11J reza en voz baja para que sus muchachos sean puestos en libertad.

Wilber y Elizabeth regularmente denuncian en las redes sociales el calvario que viven sus hijos en la cárcel y los atropellos que sufren. Junto a otros familiares han participado en protestas reclamando su excarcelación.

Mientras la policía política intenta acallar las quejas de algunos familiares de presos políticos con la promesa de una pronta liberación, Elizabeth y Wilber nunca han dejado de denunciar las arbitrariedades de las autoridades.

Expectativa

La excarcelación de 553 personas enjuiciadas y condenadas, según la nota oficial, los tiene expectantes. En cualquier momento sus hijos pueden tocar la puerta de sus casas. O no. Es una decisión que depende de un alto funcionario de la dictadura.

“Nadie conoce los nombres que aparecen en el listado, ni a los muchachos que van a soltar. Es una cruel incertidumbre. Tal vez por castigo dejen para el final los casos que consideren más problemáticos, ya sea porque sus parientes arman jaleo a cada rato o porque son más conocidos internacionalmente”, dice la hermana de un preso político sancionado a 15 años por gritar libertad, el 11J.

Vivir en una dictadura es un drama. La Seguridad del Estado monopoliza la opción de excarcelarte o mantenerte tras las rejas. La reacción de sus familiares puede beneficiar o perjudicar al recluso, según les convenga.

Un pariente de Luis Manuel Otero Alcántara, artista visual disidente, no es demasiado optimista con la posibilidad de que lo liberen. “Ellos (los del régimen) hacen lo que les da la gana. Pueden soltarlo o dejarlo preso, por ser uno de los más conocidos internacionalmente, junto a Maykel ‘Osorbo’ Castillo, José Daniel Ferrer y Félix Navarro y su hija Saylí. Juegan con el dolor familiar”.

De momento, la única buena noticia tras la exclusión de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo por una orden ejecutiva de Biden, es la liberación de 553 personas. Entre los primeros excarcelados se encontraban 14 presos políticos del 11J:

Reyna Yacnara Barreto Batista, Lisdani Rodríguez Isaac, Mailene Noguera Santiesteban, Yessica Coimbra Noriega, Rowland Castillo Castro, Dariel Cruz García, Donaida Pérez Paseiro, Liván Hernández Sosa, Katia Beirut Rodríguez, José Miguel Gómez Mondeja, Jorge Gabriel Arruebarruena León, Magdiel Rodríguez García, Rogelio Lázaro Domínguez Pérez y César Adrián Delgado Correa.

Cuando usted habla con familiares de presos políticos percibe una mezcla de rabia y dolor. Por un lado, están profundamente agradecidos a la gestión de El Vaticano y el Presidente estadounidense, y por otro, sienten que la dictadura utiliza a sus familiares como rehenes para alcanzar determinado beneficio político o económico.

Desde que en 1962 el entonces Gobierno Revolucionario canjeó por compotas y cereales a quienes combatieron contra el dictador Fidel Castro en Bahía de Cochinos, la autocracia verde olivo esgrime una y otra vez su gastada estrategia.

Cada vez que un mandatario de una nación democrática o funcionario de El Vaticano visita la Isla, traen en su portafolio una lista de presos políticos a liberar. A cambio de algo, desde luego. Puede ser un crédito financiero o un simple chantaje para forzar a determinado gobierno a negociar bajos los términos del régimen cubano.

Gran polémica

La medida de Biden de excluir a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo a cambio de la liberación de 553 personas encarceladas es una decisión que ha generado mucha polémica. Al otro lado del Estrecho de la Florida un segmento amplio de exiliados cubanos lo ven como una “traición y una muestra de debilidad a la dictadura militar de la Isla”, considera Erasmo, radicado en Miami hace siete años.

“No puede ser que la mayor potencia económica, diplomática y militar del mundo sea incapaz de exigirle al régimen cubano la libertad, no solo de 553 presos políticos, sino de los más de mil que sin cometer delito alguno están en la cárcel. Soy también ciudadano de Estados Unidos y me opongo a que esa mafia que tiene el poder en Cuba chantajee al gobierno de este país. Quedó demostrado que con la estrategia de flexibilización de Obama la dictadura no inició reformas democráticas. Raúl Castro y sus secuaces quieren negociar tratos que le favorezcan solo a ellos. El pueblo que siga pasando hambre. Por eso muchos cubanos votamos por Trump”.

Suficientes evidencias

Daniel, opositor residente en Camagüey, considera que hay suficientes evidencias “que demuestran que la dictadura practicó en el pasado acciones terroristas en América Latina y adiestró en Cuba a terroristas palestinos y de ETA. Ahora, como el país está en bancarrota, no promueven el terrorismo, pero le dan asilo a terroristas buscados por el FBI como Assata Shakur, entre otros”.

Daniel recuerda que el año pasado, "naves de guerra rusas con armas nucleares a bordo estuvieron en aguas cubanas. El gobierno se hace el de la vista gorda con la contratación de mercenarios para participar en la guerra de Ucrania y apoyan abiertamente a las tiranías de Corea del Norte e Irán y a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá. Lo único positivo de esa medida es la liberación de 553 presos, que no sé si todos son políticos. El castrismo ‘le metió el pie’ a Biden”, opinan.

Egberto Ángel Escobedo, exprisionero político y defensor de los derechos humanos, residente en La Habana, “está muy molesto con esa medida de Biden. La dictadura libera aproximadamente a la mitad de los presos políticos y así intenta disminuir la presión contra el acercamiento EEUU-PCC. Esos presos son inocentes y jamás debieron estar en la cárcel. Es un mecanismo recurrente del régimen para intimidar, torturar sicológicamente a los opositores y silenciar el descontento popular con sanciones penales. Cada vez que la dictadura comunista y sus seguidores tienen la moral por el piso, siempre aparece un hijo de puta como Obama o Biden para levantarlos”, evalúa.

Burla del régimen

Entre los cubanos de a pie, ocupados en buscar cómo poner un plato de comida diario a su familia y agobiados por los apagones, la noticia no generó demasiadas expectativas.

Julio, 48 años, cuentapropista, opina que “esté o no Cuba en la lista de países que promueven el terrorismo, dame una razón que demuestre que esa medida va a favorecer al pueblo. Me alegro por la familia de las personas que están presas por gusto. Pero la gente seguirá haciendo cola para comprar pan y matar el hambre. El gobierno se burla constantemente de Estados Unidos. Cuando aprueban una medida que les favorece, reclaman más sin dar nada a cambio. La culpa de que el país se venga abajo no es del bloqueo ni de los yanquis, es del sistema, que no funciona”.

Perder el miedo

Melany, 21 años, estudiante, cree que “lo único bueno que tuviera esa decisión de la Casa Blanca es si los cubanos comenzaran a tener menos miedo y se animaran a salir a la calle”. Regina, 60 años, madre y abuela, agradece a Biden “que haya negociado la libertad de esos muchachos presos por protestar. Por lo demás, las cosas en Cuba no van a cambiar. Es algo que no entienden muchos políticos en Estados Unidos. Este gobierno quiere negociar con los americanos solo para sostenerse en el poder”.

El excongresista Joe García, dijo en el canal de YouTube 23yFlager, “que el beneficio inmediato de la medida es la excarcelación de 553 presos políticos cubanos. En los últimos cuatro años, Marrero y Díaz-Canel están cada vez más gordos. A ellos no les afecta el embargo. Quienes sí están demacrados y hasta recogiendo basura en las calles es gente del pueblo. Confío en que Marco Rubio encuentre formas para solucionar esa crisis. En los únicos que no confía el régimen es en los cubanos”.

La decisión ejecutiva de Biden ha provocado diversas opiniones en las dos orillas. Muchos consideran que Washington ha cedido al chantaje de la dictadura castrista, pocos la aprueban y una mayoría de cubanos en la Isla reconoce que para ellos nada ha cambiado.

Especial

@DesdeLaHabana

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