El Tren de Aragua ha experimentado una transformación notable desde sus inicios como una pandilla carcelaria en Venezuela, convirtiéndose hoy en una de las organizaciones criminales más poderosas y temidas de América Latina.
El Tren de Aragua no se limita al narcotráfico y la extorsión. Su portafolio criminal es extenso e incluye actividades como la minería ilegal de oro y coltán
El Tren de Aragua ha experimentado una transformación notable desde sus inicios como una pandilla carcelaria en Venezuela, convirtiéndose hoy en una de las organizaciones criminales más poderosas y temidas de América Latina.
Su influencia se extiende más allá de las fronteras venezolanas, alcanzando países como Colombia, Perú, Chile, Estados Unidos y España. Este fenómeno ha captado la atención de las autoridades internacionales, que consideran al Tren de Aragua como un actor clave en el crimen organizado transnacional (Interpol, 2024).
La evolución del Tren de Aragua no puede entenderse sin considerar el contexto socioeconómico de Venezuela. La profunda crisis que enfrenta el país llevó a millones de venezolanos a buscar oportunidades en el extranjero, creando un entorno favorable para la expansión de esta organización criminal. En la prisión de Tocorón, el Tren de Aragua ha operado con la complicidad y dirección del régimen de Maduro, estableciendo un sistema de control que le permite actuar sin restricciones significativas (Human Rights Watch, 2023). A pesar de los esfuerzos del gobierno venezolano por recuperar el control de la prisión de Tocorón mediante la movilización de 11,000 fuerzas de seguridad, el liderazgo de la organización logró evadir la captura, demostrando su resiliencia y adaptabilidad.
El Tren de Aragua no se limita al narcotráfico y la extorsión. Su portafolio criminal es extenso e incluye actividades como la minería ilegal de oro y coltán, y la explotación de otros recursos naturales dentro de Venezuela y en países vecinos. El tráfico de gasolina a través de las trochas, las rutas terrestres ilegales entre Venezuela y Colombia, el contrabando, la trata de personas, y el sicariato y la extorsión también forman parte de sus operaciones (United Nations Office on Drugs and Crime [UNODC], 2023).
La organización ha forjado alianzas estratégicas con otros grupos criminales en la región, incluyendo el Ejército de Liberación Nacional y las FARC en Colombia, lo que les permite diversificar sus fuentes de ingresos y fortalecer su red criminal. Además, se ha documentado su complicidad en la persecución de disidentes venezolanos en el extranjero, actuando como un brazo represivo del régimen y dejando tras de sí un rastro de sangre y violencia (Human Rights Watch, 2023).
La sofisticación del Tren de Aragua es evidente en su acceso a hardware y software para la minería de Bitcoin, lo que requiere un conjunto único de habilidades y entrenamiento. Además, dependen de internet y teléfonos móviles para expandir su alcance.
La relación entre el Tren de Aragua y el gobierno venezolano es compleja y multifacética. Los líderes de la organización, conocidos como pranes, mantienen líneas directas de comunicación con instituciones estatales como la DGCIN y el SEBIN, lo que les permite operar con impunidad (Human Rights Watch, 2023). Esta complicidad ha llevado a la organización a participar en operaciones de secuestro y ejecución fuera del territorio nacional, consolidando su papel como una herramienta de control social y político para el régimen. Tarek William Saab, Fiscal General de Venezuela, afirmó que el Tren de Aragua era un mito creado por la oposición venezolana y Estados Unidos para socavar la estabilidad de Venezuela. Más tarde cambió su discurso tras la intervención militar venezolana para tomar el control de Tocorón. Sin embargo, esta vez afirmó que el Tren de Aragua había sido desmantelado.
Uno de los aspectos más inquietantes del Tren de Aragua es su capacidad operativa. Los miembros de la organización han recibido entrenamiento paramilitar en el manejo de armas y explosivos. Cuando las autoridades lograron tomar el control de la prisión de Tocorón, incautaron diversas armas, incluyendo cohetes, rifles de pequeño y gran calibre, municiones de diferentes calibres, granadas y explosivos C4 controlados por la industria militar venezolana, destacando la conexión del régimen con el Tren de Aragua. Además, se encontraron computadoras y software para la minería de Bitcoin, lo que indica la sofisticación de las operaciones del grupo. Este descubrimiento revela la profunda complicidad entre la organización criminal y las instituciones estatales. La construcción de un túnel en la prisión de Tocorón, de 800 metros de largo y con salida cerca del Lago de Valencia, facilitó la fuga de miembros de la organización. El transporte aéreo facilitado por el estado sugiere una profunda complicidad entre el grupo y las autoridades venezolanas (Human Rights Watch, 2023).
El fenómeno de la globalización del Tren de Aragua es evidente. En Estados Unidos, se han reportado más de 100 casos de actividades criminales atribuidas a sus miembros, incluyendo tiroteos y asesinatos (U.S. Immigration and Customs Enforcement [ICE], 2025). La organización ha logrado infiltrarse en comunidades venezolanas en el extranjero, explotando la crisis migratoria para establecer sus redes criminales (InSight Crime, 2024). En España, se han identificado operaciones vinculadas a la organización, lo que indica una rápida expansión de su influencia internacional y plantea un desafío significativo para las autoridades de diversos países.
Ante esta creciente amenaza, es crucial que los gobiernos de América Latina y más allá implementen un sistema más efectivo de intercambio de información. La creación de bases de datos compartidas facilitaría la colaboración entre las fuerzas de seguridad y las agencias de inteligencia, permitiendo un seguimiento más efectivo de los miembros del Tren de Aragua (Interpol, 2024). Además, desmantelar las redes financieras y logísticas que sostienen a la organización debe ser una prioridad, así como abordar las condiciones que han permitido su proliferación.
Es esencial que las agencias de seguridad y justicia reciban entrenamiento adecuado sobre el modus operandi del Tren de Aragua. Este entrenamiento debe incluir el análisis del lenguaje utilizado por sus miembros, la estructura de sus células y los métodos que emplean para mover dinero y llevar a cabo sus operaciones criminales. Comprender cómo opera esta organización es crucial para formular estrategias efectivas de combate al crimen.
La estructura del Tren de Aragua es altamente organizada y autónoma, lo que les permite ser extremadamente adaptables y resilientes. Cada célula puede especializarse en diferentes actividades criminales, diversificando sus fuentes de ingresos y fortaleciendo su red criminal. Además, el uso de un lenguaje y códigos específicos entre los miembros les permite comunicarse de manera efectiva y mantener la seguridad de sus operaciones.
La jerarquía del Tren de Aragua está organizada en niveles claramente definidos. En la cima está el pran o papá, seguido por los luceros de la alta, los luceros de la baja y, finalmente, los gariteros. El término “PRAN” significa Preso Remorseless Nacido Asesino y se refiere al líder máximo que controla una instalación penal, cárcel, prisión o sitio de detención. El expresidente Hugo Chávez entendió la importancia y el potencial de estos individuos mientras cumplía condena en la cárcel tras el golpe de Estado. Más tarde designó a Iris Varela para encabezar el sistema penitenciario con el objetivo final de utilizar a estos criminales contra la oposición, colocando así cierta distancia entre el gobierno y “el crimen callejero común”.
Los gobiernos de la región deben enviar un mensaje claro y fuerte sobre la severidad de las consecuencias para quienes se involucren con el Tren de Aragua. Esto significa establecer sentencias largas y efectivas para los delitos relacionados con esta organización, lo que serviría como disuasivo para futuros crímenes. Crear un marco legal sólido que incluya sanciones severas es esencial para demostrar que el crimen organizado no será tolerado.
Es vital reformar las condiciones penitenciarias para evitar que los pranes mantengan el control dentro de las prisiones. Las cárceles deben estar adecuadamente equipadas y gestionadas para asegurar que los líderes criminales no puedan seguir operando desde dentro. Esto incluye establecer protocolos de seguridad más estrictos e implementar programas de rehabilitación y reintegración que busquen desmantelar el ciclo criminal.
El éxito en la lucha contra el Tren de Aragua y otras organizaciones criminales depende de un enfoque integral que combine la capacitación de las fuerzas de seguridad, la implementación de políticas de justicia más estrictas y la reforma del sistema penitenciario. Solo a través de un esfuerzo coordinado y conjunto se puede debilitar la influencia de este grupo y restaurar la seguridad y el orden en las comunidades afectadas (Interpol, 2024).
En conclusión, el Tren de Aragua ha evolucionado de ser una pandilla carcelaria a convertirse en una amenaza criminal transnacional que afecta la seguridad en América Latina y más allá. Su adaptabilidad, diversificación en actividades criminales y vínculos con el régimen venezolano lo convierten en un desafío significativo para la estabilidad regional. La respuesta a este fenómeno debe ser sólida y coordinada, enfocándose en la prevención, la represión y la rehabilitación para mitigar su impacto y proteger a las comunidades vulnerables.
Este panorama destaca la complejidad del fenómeno del Tren de Aragua, que no solo representa un desafío para la seguridad pública en Estados Unidos, sino que también refleja las interacciones entre el crimen organizado y la política extendida de Venezuela. Para enfrentar esta amenaza de manera efectiva, el gobierno federal de Estados Unidos debería designar al Tren de Aragua como una amenaza existencial para el país, tomando la iniciativa para ayudar, asistir, proveer recursos y capacitar a los gobiernos estatales y locales para contrarrestar este problema con éxito (U.S. Department of State, 2024).
El TDA ya ha dejado una impresión de su efectividad y la rapidez con la que se ha extendido, causando estragos en Ecuador, Chile, Colombia y Perú, dejando un rastro de sangre y violencia. Mientras que el gobernador de Texas, Abbott, designó al Tren de Aragua como una Organización Terrorista Extranjera, el gobierno federal lo etiquetó como una Organización Criminal Transnacional (U.S. Department of State, 2024). En realidad, el TDA debería considerarse una extensión terrorista criminal del gobierno venezolano, el verdadero núcleo del problema.
Human Rights Watch. (2023). Venezuela: Abusos de las fuerzas de seguridad en la frontera con Colombia. https://www.hrw.org/news/2023/04/11/venezuela-security-force-abuses-colombia-border
InSight Crime. (2024, 4 de octubre). Qué sabemos sobre la presencia del Tren de Aragua en EE.UU.. https://insightcrime.org/news/what-we-know-about-tren-de-araguas-us-presence/
Interpol. (2024). Informe anual 2024. https://www.interpol.int/en/News-and-Events/Publications/Annual-Reports
United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC). (2023). Informe mundial sobre las drogas 2023. Naciones Unidas. https://www.unodc.org/unodc/en/data-and-analysis/world-drug-report-2023.html
U.S. Department of State. (2024, 11 de julio). Designación del Tren de Aragua como una organización criminal transnacional significativa. https://www.state.gov/designation-of-tren-de-aragua-as-a-significant-transnational-criminal-organization/
U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE). (2025, 26 de febrero). Miembros del Tren de Aragua buscados por asesinato en el norte de Texas arrestados. https://www.ice.gov/news/releases/tren-de-aragua-gang-members-wanted-murder-north-texas-arrested
Por,
William Acosta, SME, MSI2
Jesús Daniel Romero, Senior Fellow, MSI2
Publicado originalmente en Miami Strategic Intelligence Institute