LA HABANA. - En Cuba, el retroceso económico ha marcado 2024. La isla acumula los principales indicadores en números negativos, pero, a pesar de eso, emprende una dura ofensiva de trasfondo político contra un sector privado que en 2021 parecía la solución a la debacle provocada por décadas de estatalización general y burocratismo.
El régimen cubano ha tenido que admitir el fracaso del plan para “reimpulsar la economía” ya casi a las puertas de 2025 y sin tener claro qué acciones concretas emprenderá. Más allá de una marcha multutinaria frente a la embajada de Estados Unidos, no se conoce ningún plan. Cubanet destaca que se vive una crisis multifactorial y una situación de pobreza multisistémica que por la profundidad alcanzadas quizás ya se han vuelto insalvables.
En noviembre, los principales medios de prensa dirigidos por el Partido Comunista de Cuba (PCC) anunciaban que la economía nacional volvería a contraerse, ya no por el rotundo fallo de las estrategias de salvación practicadas desde antes de 2019, que buscaban primero “ordenar” y más recientemente “corregir distorsiones”, tampoco por la corrupcl régimen terminó admitiendo el fracaso de su plan económico para “reimpulsar la economía” tras un año de su implementación.ión y los “errores” que tienen como saldo a varios altos funcionarios destituidos —entre ellos el llamado “zar de las reformas”. En días recientes, en el IX Pleno del Comité Central del PCC, el régimen terminó admitiendo el fracaso de su plan económico para “reimpulsar la economía” tras un año de su implementación.
Marcas de la pobreza
Aunque la devaluación del peso cubano (CUP) alcanzó el récord de más de 1.300 por ciento entre el 2020 y 2024. el salario medio mensual en la Isla se mantuvo en los 4.648 CUP (unos 14 dólares al cambio en la calle), mientras que sectores supuestamente “prioritarios” en el discurso del castrismo como salud, educación, servicios comunales, cultura y agricultura nuevamente volvieron a quedar por debajo de ese promedio.
Las señales y marcas físicas de la caída han sido demasiado abrumadoras como para negarlas. Las imágenes de pobreza generalizada en Cuba no se reducen a comercios y farmacias totalmente desabastecidos, aumento de la mendicidad en niños, ancianos y enfermos, calles oscuras y desoladas como consecuencia de los apagones y la carencia de combustible para el transporte sino que, además, incluyen el éxodo masivo, el aumento de la criminalidad, las montañas de basura en las esquinas, las filas inmensas —más bien aglomeraciones— en aquellos pocos lugares donde los precios de los alimentos y artículos de primera necesidad, aunque igual marcados por la inflación, son más asequibles para la generalidad de salarios y pensiones extremadamente bajos.
FUENTE: Cubanet