WASHINGTON — Estados Unidos amenazó este martes con "nuevas sanciones duras" al régimen de Nicolás Maduro, si no acepta a "sus ciudadanos repatriados" y le advirtió que no es un tema negociable.
"Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde EEUU. Este no es un tema de debate ni negociación", afirmó Marco Rubio
WASHINGTON — Estados Unidos amenazó este martes con "nuevas sanciones duras" al régimen de Nicolás Maduro, si no acepta a "sus ciudadanos repatriados" y le advirtió que no es un tema negociable.
"A menos que el régimen de Maduro acepte un flujo constante de vuelos de deportación, sin más excusas ni demoras, Estados Unidos impondrá nuevas sanciones duras y crecientes", adelantó el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, en la red social X.
"Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde Estados Unidos. Este no es un tema de debate ni negociación. Tampoco merece recompensa alguna", afirmó Rubio en un mensaje publicado en redes sociales.
El funcionario estadounidense insistió en que la Administración Trump aplicará "nuevas sanciones severas" contra el régimen de Maduro si no permite "un flujo constante de vuelos de deportación sin más excusas ni demoras".
La administraciòn del presidente Donald Trump ha manifestado que su prioridad son los miembros de los cárteles de la droga mexicanos, la banda venezolana Tren de Aragua y la pandilla M-13 y los declaró organizaciones "terroristas" globales.
Ambos países no mantienen relaciones diplomáticas desde el primer mandato de Trump en 2019, cuando impuso una batería de sanciones al país caribeño.
Trump, al igual que su predecesor demócrata Joe Biden, apoya al opositor venezolano exiliado Edmundo González Urrutia, quien reivindica el triunfo en los comicios de julio y asistió a su investidura el 20 de enero.
La relación se tensó aún más este fin de semana después de que el mandatario republicano invocara una ley de guerra de 1798 contra el Tren de Aragua y enviara en aviones a 238 venezolanos a El Salvador para ser encarcelados en una megacárcel.
Y es que las autoridades estadounidenses deportaron a 238 miembros del Tren de Aragua a la CECOT, la cárcel de máxima seguridad de El Salvador.
En respuesta, Maduro anunció que solicitará a Naciones Unidas la activación de mecanismos de protección para los migrantes venezolanos enviados a El Salvador, argumentando que están siendo "secuestrados en violación flagrante de sus derechos". Sin embargo, Maduro se ha negado a continuar con los vuelos de repatriación debido a la cancelación de la licencia a Chevron que operaba en Venezuela.
Un juez estadounidense ordenó el retorno de los miembros del Tren de Aragua deportados a El Salvador, pero el Departamento de Justicia de Estados Unidos defendió las expulsiones, alegando que la orden del juez federal "no es aplicable", ya que la Ley de Enemigos Extranjeros otorga al presidente poderes especiales en tiempos de guerra para expulsar a determinadas nacionalidades.
Mientras Maduro denuncia supuestas violaciones de derechos humanos, su régimen continúa vulnerando las garantías fundamentales de millones de ciudadanos, forzándolos a huir de la crisis que él mismo ha provocado. La negativa a recibir a sus propios compatriotas no solo expone su doble discurso, sino que refuerza su responsabilidad en el éxodo masivo que ha llevado a los venezolanos a una de las mayores crisis migratorias del mundo.
FUENTE: Con información de Europa Press/Redacción DLA