La creciente influencia china y los altos aranceles que se les impone a los barcos estadounidenses serían las razones del presidente para recuperar el canal, cedido a Panamá en 1999
El Canal de Panamá.
PixabayCIUDAD DE PANAMÁ.- El presidente Donald Trump redobló su apuesta por el Canal de Panamá en su primer día en la Casa Blanca, al prometer que iba a "recuperarlo", 25 años después de que Estados Unidos lo cediera completamente a Panamá, cumpliendo con el Tratado Torrijos-Carter, suscritos en 1977.
El mandatario republicano aseguró en su discurso de investidura que el “propósito” y “espíritu” del tratado que cedió el canal de 81 kilómetros, construido por Estados Unidos e inaugurado en 1914, a Panamá en 1999 han sido “completamente violados”, con el cobro de altos aranceles a los bancos estadounidenses y el control que, sostiene, mantiene China sobre la vía interoceánica.
"China está operando el Canal de Panamá y nosotros no se lo dimos a China", insistió Trump, que no descarta el uso de la fuerza militar para recuperar el control sobre la vía fluvial artificial que conecta el Océano Atlántico con el Océano Pacífico, que desde hace 25 años administra la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Simón Ferro, exembajador de EEUU en Panamá durante la transferencia del canal interoceánico al país centroamericano, objeta los argumentos del Presidente. Califica de erradas sus alegaciones y niega que la "China comunista tenga algún tipo de injerencia ni control sobre el Canal de Panamá", según dijo en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Desde 1997, la empresa china Hutchison Ports Holdings, con sede en Hong Kong y oficinas en Inglaterra, opera bajo licitación los puertos de Balboa, ubicado junto a la desembocadura al Océano Pacífico, y el Cristóbal, en la entrada Atlántica del Canal de Panamá.
Aunque el secretario de Estado, Marco Rubio, advirtiera que en "momento de conflicto" esos puertos pudieran ser utilizados por China como un "cuello de botella que impide el comercio" internacional por el canal, Ferro descarta la posibilidad, al considerar que son "dos puertos pequeños de contenedores", que operan como "puertos comerciales completamente", al igual que el Puerto de Miami.
"Hutchison Ports es una compañía que hoy en día opera en cinco o seis de los 10 puertos más grandes del mundo (...) Es una compañía pública (...) Tú y yo podemos comprar acciones en esta compañía pública, pero alegan que tiene raíces y accionistas chinos, y de ahí comienza todo el tema de que los chinos controlan el Canal de Panamá, que es completamente absurdo", señala.
El 21 de enero, un día después de las declaraciones del presidente estadounidense, la Contraloría de Panamá inició una "exhaustiva auditoría" a Panama Ports Company (PPC), subsidiaria de la empresa china Hutchison Ports Holdings, con el objetivo de determinar si la compañía cumple con los acuerdos de concesión pactados con Gobierno panameño y verificar que esté reportando adecuadamente sus ingresos, pagos y aportes al Estado.
Este es un proceso que "toma su tiempo" y cuyos resultados se darán a conocer "una vez culmine", según dijo a la AFP una fuente de la Contraloría, bajo condición de anonimato. Sin embargo, Panama Ports Company emitió un comunicado en el que respondió a las declaraciones del contralor Anel Flores, que indican que la empresa "tiene tres años que no ha dado ni un solo centavo" al Estado panameño.
Alegó que en 2021 hizo "pagos extraordinarios" por un total de 165 millones de dólares, de los cuales 35 millones corresponden a cinco años de dividendos adelantados a solicitud del Gobierno de Panamá para enfrentar la crisis financiera.
Ferro resalta que Pekín no tiene ningún control sobre el Canal de Panamá, que es administrado por la ACP, una "autoridad independiente" y "autónoma del Gobierno panameño", creada cuando EEUU controlaba la vía interoceánica.
"No es controlada por el Gobierno, aunque tiene obviamente influencia del Gobierno panameño porque hay miembros de la junta directiva que son nombradas por él, pero también tiene miembros internacionales. Esto es una autoridad independiente, que ha llevado muy bien la operación y el manejo del canal", apunta.
Asegura Panamá garantiza la "neutralidad" del canal, como lo estipula el Tratado Torrijos-Carter, por lo que no puede negar el tránsito a ningún barco americano, chino o ruso, y lo administra "de forma razonable" con "tarifas razonables y equitativas para todo el mundo".
La Enmienda DeConcini, anexa al Tratado de Neutralidad de Canal de Panamá, cuya vigencia es "indefinida", le concede el derecho a EEUU de intervenir en Panamá si considera que la seguridad, el funcionamiento o la parte geopolítica de la vía fluvial está siendo amenazada, a fin de garantizar su neutralidad.
"La Enmienda DeConcini otorga a EEUU el derecho unilateral de usar la fuerza militar no solo en el área del Canal, sino en cualquier parte de la República de Panamá", explicó el constitucionalista y exdefendor del Pueblo panameño, Italo Antinori, reseñado por La Verdad de Panamá, al resaltar que esta cláusula carece de límites temporales y deja abierta a la interpretación lo que Washington considere "obstaculización" de las operaciones en el canal.
No obstante, para el exembajador estadounidense no existe ninguna amenaza a la neutralidad del Canal de Panamá ni a la seguridad de EEUU. Además, agrega, que el propio tratado de neutralidad prohíbe que Panamá, que abolió su Ejército en 1990, aloje o acepte militares de ningún país en su territorio.
Ferro menciona que una de las razones para transferir el canal a Panamá fue los riesgos que corría al ser un "blanco fácil" para los enemigos EEUU, en vista de que la vía interoceánica carece de defensa al estar completamente abierta. "Se estimó que si le pertenece a Panamá, nuestros enemigos no lo van a tratar de atacar o destruir, porque ya no es nuestro", señala.
Agrega: "En el Canal de Panamá no hay amenaza de que una compañía internacional, aunque tenga influencias chinas, pueda sacarle ninguna ventaja al tener un par de puertecitos pequeños a cada lado".
En este sentido, sugiere al presidente Trump retomar los canales diplomáticos con Panamá. "EEUU, a través de la historia, se ha ganado la confianza, amistad y lealtad de otros países, no con amenazas, sino con comercio, con préstamos, con ayudas (...) De esa forma compramos el agradecimiento de ese país y de su población", resalta el exembajador.
Destaca, igualmente, los lazos que unen a Washington con Panamá desde hace 100 años, que actualmente, bajo el Gobierno del presidente José Raúl Mulino, coopera con el país a nivel político, de seguridad nacional y lucha contra el narcotráfico y terrorismo. "Panamá es un país amigo de los EEUU", enfatiza.
@ebritop22
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