sábado 19  de  abril 2025
ECUADOR

Daniel Noboa consigue reelección histórica que deja al correísmo casi moribundo

El apoyo de la excandidata correísta a Nicolás Maduro y el miedo a convertir a Ecuador en una nueva Venezuela fue la estocada final que dió una ventaja de 11,2% al presidente ecuatoriano en el balotaje

Por Estefani Brito

QUITO.- Daniel Noboa vuelve a hacer historia al convertirse en el cuarto presidente con la reelección “más holgada” de Ecuador en casi cinco décadas, sobreponiéndose a todas las encuestas, que preveían un resultado cerrado, y consiguiendo, finalmente, dejar al correísmo casi moribundo para los próximos cuatro años.

Impulsado por la movilización del voto facultativo -de adultos mayores y menores de 18 años-, el voto vergonzante, la fuerte polarización y el miedo del pueblo ecuatoriano a convertirse en una nueva Venezuela, Noboa consiguió hacerse con 55,6% de los votos, una sorprendente ventaja de más de 11% sobre la excandidata izquierdista Luisa González, delfín del expresidente Rafael Correa, que obtuvo 44,4% del sufragio.

El empresario ecuatoriano-estadounidense, de 37 años, fue electo por primera vez en octubre de 2023 en el marco de las elecciones generales producto de la “muerte cruzada” invocada por el exmandatario Guillermo Lasso (2021-2023) y tras un magnicidio, convirtiéndose en el presidente más joven electo democráticamente en la historia del país andino.

Tras 18 meses de gobierno, marcado por una política de mano dura contra las mafias del narcotráfico que azotan a Ecuador, en otrora la nación más pacífica de la región, Noboa consiguió una reelección memorable, en un proceso electoral “atípico”, tras una primera vuelta completamente polarizada entre el correísmo y el anticorreísmo.

“No es tan fácil que un presidente se reelija. De hecho, en las últimas elecciones en América Latina solamente tenemos a Luis Abinader en Dominicana. No es fácil porque, generalmente, cuando llega un mandatario a la reelección viene con el desgaste típico del gobierno, que siempre es complejo y que representa muchísimas más contras que favores al candidato”, sostiene la analista y estratega en comunicación política, Natali Becerra, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.

Factores del “quiebre” correísta

El balotaje del 13 de abril, marcado por una campaña “convulsa”, ensombrecida por la violencia política, logró demostrar que en Ecuador sigue existiendo una fuerte polarización entre el correísmo y anticorreísmo, en la que predominan los “odios y miedos” que enciende Correa, prófugo de la justicia, en el electorado ecuatoriano.

“El sentimiento de miedo y de odios que puede levantar el correísmo es el que hace que la segunda vuelta se dé de una manera que no estaba prevista”, explica Becerra, que afirma que el correísmo tuvo “varios factores de quiebres” que le jugaron en contra.

El primero de ellos, el hecho de que la candidata jugó “muy mal sus cartas”, al no separar su figura de Correa y evocar en los electores lo que significa “el viejo correísmo”, junto al pavor de una posible desdolarización, en un país que ha tenido al dólar como moneda de curso legal durante más de 25 años. “Somos un país dolarizado hace muchos años y es algo que nosotros cuidamos mucho, la dolarización”, precisa la analista.

La corrupción, firmemente adherida al movimiento izquierdista, también jugó en contra del correísmo en esta elección, luego de que la Fiscalía ecuatoriana hiciera público chats y transcripciones de audios del caso Ligados, que investiga una presunta red de asociación ilícita y tráfico de influencias, en la que estaría involucrada directamente González, junto a otros líderes correístas, incluido el propio expresidente.

La estocada final

La estocada final para el correísmo fue su apoyo incondicional al régimen de Nicolás Maduro, que insiste en robarse las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. “Todo país democrático del mundo condena la dictadura de Maduro (...) El hecho de que no se hayan desmarcado de eso, creo que sí les costó mucho”, indica Becerra.

Se le suma la desatinada propuesta de González de crear comités de seguridad en los barrios con al menos 20,000 “gestores de paz”, como implementaron las dictaduras del socialismo del siglo XXI. “Lo único que hizo fue traer a la memoria cómo se manejó en Cuba, Nicaragua y Venezuela estos comandos que son más urbanos, más de control y represión ciudadana”, apunta.

A estos factores, además, se unieron la movilización del voto facultativo, que en principio se desestimó, y el voto vergonzante que, a diferencia de otros procesos electorales, en esta oportunidad favoreció al mandatario reelecto y no al correísmo, como ellos esperaban. “Esta vez, al parecer, la gente decidió manejar de una manera más silenciosa su voto, cuando en verdad le favorecía al candidato Noboa”, agrega la consultora política.

Esto explicaría la ventaja de 11,2% que sacó Noboa en el balotaje, un resultado que Correa considera “estadísticamente imposible”, al alegar, junto con su candidata, un supuesto fraude electoral desmentido por las misiones de observación internacional de la UE y la OEA, y el propio Consejo Nacional Electoral (CNE). “No es un tema matemático o estadístico, sería de analizar desde los procesos sociales”, sostiene.

En sus denuncias de fraude, Correa y González se han quedado prácticamente solos, con el apoyo de Maduro, y de los presidentes de Colombia y México, Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum, respectivamente, que se han negado a reconocer a Noboa, aunque los principales líderes de la Revolución Ciudadana en Ecuador aceptaron los resultados.

“Se siente como que dejaron a la candidata sola hablando de esta historia del fraude. Ya el CNE declaró los resultados, la UE y la OEA, si bien hicieron algún tipo de observaciones, no han calificado de fraude ni nada por el estilo y las actas están subidas en la página del CNE”, señala.

Incluso, el pueblo ecuatoriano aceptó la victoria de Noboa, como lo demuestra la tranquilidad en las calles del país. “Generalmente, si la gente en masa pensaría que algo está mal, pues suele haber levantamientos, la gente sale a las calles a reclamar su voto, pero en la ciudad capital no hemos visto ningún tipo de reacción adversa a los resultados que ya se dieron”, precisa.

El nuevo período presidencial

Vencer la paralización extrema, alcanzar acuerdos e implementar reformas oportunas para combatir al crimen organizado en Ecuador, que tiene la segunda tasa de homicidios más alta de la región y registró cerca de 800 asesinatos en los primeros tres meses de 2025, y mejorar la realidad económica del país serían los principales retos que debe enfrentar Noboa en este nuevo período presidencial.

“La ciudadanía está cansada de la polarización extrema, de la pelea y la discordia. El presidente haría muy bien en entender que en este momento el Ecuador necesita es conciliar, es acuerdos y es avanzar (...) El fantasma del correísmo ha causado rechazo, entonces el gobierno debería buscar consensos, diálogos y apertura”, considera la analista.

Desde el Parlamento, donde se espera que obtenga una mayoría, estima que Noboa debe “aprovechar” e impulsar “reformas estructurales” que le permitan tomar decisiones “oportunas, técnicas y pertinentes” con las que hacer frente a la realidad económica y de seguridad que vive la nación andina. “Son los puntos claves y puntuales que podrían llevar a este gobierno a un buen camino”, sostiene.

En materia económica, observa que se puede empezar por “medir bien” el gasto público, con una reducción del Estado, aunque este no sea “tan gigante” como se piensa, puesto que el grueso del presupuesto se destina a cubrir sueldos de policías, militares, profesores y personal de salud. “Sin embargo, hay que hacer algunas revisiones y reformas que vayan realmente al fondo y que logren cambiar la estructura del manejo económico del Estado”, señala.

En cuanto a la seguridad, considera que la propuesta del presidente de permitir nuevamente la instalación de bases extranjeras en Ecuador y consolidar alianzas estratégicas con EEUU, Colombia y Perú, entre otros, pueden ser herramientas necesarias para enfrentar a las mafias del narcotráfico.

“No es una lucha de uno a uno, de iguales, es una lucha muy grande frente al narcotráfico, que es transnacional. Entonces, va a tener que valerse de herramientas de ayuda igual, transnacionales, para poder dar guerra y poder ir con todas las armas”, subraya la analista.

En estos escenarios, descarta que el correísmo represente un gran problema para Noboa, como lo fue durante los gobiernos de Lasso y Lenín Moreno (2017-2021), puesto que el movimiento izquierdista quedó muy debilitado, al perder la mayoría legislativa, con la cual obstaculizaba las leyes y proyectos del Ejecutivo.

“Aquellos que dicen ‘murió el correísmo’, hay que tener mucho cuidado. En política no hay muertos (...) Sin embargo, no están en la misma capacidad ni en la misma condición que estuvieron en gobiernos pasados”, enfatiza.

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@ebritop22

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