domingo 12  de  enero 2025
FRICCIONES

Cuestionan amenaza de Xiomara Castro de cerrar base militar de Estados Unidos en Honduras

La presidenta hondureña dijo que, si Donald Trump realiza deportaciones masivas, ella amenaza con el cese de ese centro castrense en su país

Por Yolanda Ojeda

En Tegucigalpa hay voces que cuestionan la amenaza de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, de cerrar la base militar de Estados Unidos localizada en su país, si el presidente de EEUU, Donald Trump, realiza deportaciones masivas de hondureños.

El diputado Jorge Cálix, dijo que “eso nos pone en un grave peligro” y cuestionó que la mandataria haga declaraciones de guerra por temas ideológicos y personales.

“Los problemas reales que enfrentamos como nación siguen creciendo. Es hora de exigir soluciones, no excusas, dijo Cálix, candidato presidencial por el partido Liberal de Honduras, a ser consultado sobre el tema.

Enfatizó que el gobierno de Honduras usa conflictos internos e internacionales como cortina de humo para encubrir su incapacidad de resolver los problemas reales.

El familión, refiriéndose a los Zelaya, quiere cerrar esta base porque afecta sus intereses. Pero necesitan al Congreso, donde son minoría. “Dejen de pelear con EEUU y mejor trabajen por inversiones y oportunidades para que nadie tenga que irse”, agregó el político.

Pandillas

Mientras en el Gobierno se dedican a enturbiar los procesos y generar incertidumbre, deberían enfrentar las necesidades de la gente, insistió.

En barrios, colonias y negocios de todo el país, las maras (pandillas criminales) siguen aterrorizando con el cobro de impuestos. “Basta ya de su juego político, es hora de poner a Honduras primero y resolver lo que realmente importa”, agregó Cálix, quien recuerda que esta visión la ha venido reiterando en sus redes sociales desde hace tiempo.

La base aérea fue construida por los Estados Unidos entre los años 1984 y 1985 y es también la sede de la academia de aviación de la Fuerza Aérea Hondureña.

Contexto

Con motivo del Año Nuevo, Xiomara Castro sostuvo que “frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un solo centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”.

La mandataria dijo que esperaba que Trump tenga un diálogo constructivo y amistoso con su gobierno.

En Palmerola, base de EEUU en el departamento de Comayagua, hay unos 1,000 efectivos de Estados Unidos y Honduras que coordinan operativos antinarcóticos no sólo en el país sino en toda la región de Centroamérica.

El analista Olban Valladares, al ser consultado en torno a estas declaraciones calificó de imprudente e inoportuna la reacción de la presidenta.

“Ella sabe que no tenemos la capacidad para amenazar a Estados Unidos de ninguna manera, que los perjuicios que se ocasionarían para Honduras serían terribles”, manifestó y consideró que la advertencia de la mandataria afecta no sólo a los migrantes sino también a los hondureños que reciben remesas de sus familiares en Estados Unidos.

Perjudicados

Xiomara Castro de Zelaya fue contundente al señalar que en caso de que sus ciudadanos se vean perjudicados por una deportación masiva, se dañaría la alianza militar entre su país y Estados Unidos, por lo que esa base “no tendría razón de existir”.

“Ella debe pensar en la población hondureña y apegarse a los principios de la diplomacia. La interpretación de doña Xiomara es absurda”, agregó.

“Cómo es posible que ella esté argumentando que está defendiendo a los migrantes, cuando lo que está haciendo es poniéndolos en peligro, es decir está buscando que más rápido los deporten de Estados Unidos”, subrayó Valladares.

Por su parte, el historiador y politólogo Ezel Hernández Gamero explicó la importancia de esta base militar para Estados Unidos y para Honduras, país que, por cierto, estará celebrando elecciones generales el 30 de noviembre.

“Honduras precisamente tiene una posición geográfica muy privilegiada dentro de Centroamérica. Es, digamos, el paso obligatorio de personas, de comercio, en todo sentido. Allí tenemos la base José Enrique Soto Cano que se instaló a inicios de la década de 1980. Honduras se beneficia con asistencias técnicas, militares y apoyo con brigadas médicas desplegadas desde esta base. Es un acuerdo de cooperación, por esa razón es que Estados Unidos no hace un pago por tener la base militar en Honduras”, detalló.

“Esto huele a una jugada política del gobierno de Xiomara Castro, que busca empezar a negociar con la nueva administración de Trump, pero a la vez busca quedar bien con los más de dos millones de hondureños en la diáspora. Estamos hablando de prácticamente el 20% de la población, donde hay mucha preocupación detrás de estos mensajes de deportaciones masivas. No sé si realmente va a calar positivamente con la diáspora. Creo que es una jugada política que ha sorprendido a muchos en Honduras”, comentó el analista.

Efectivamente, la diáspora hondureña rechazó la postura de la presidenta de cerrar la base militar de Estados Unidos en Honduras.

Las organizaciones pro migrantes hondureñas, junto a líderes comunitarios del sur de Florida, consideran que la postura de Xiomara Castro es inaceptable y una amenaza al Gobierno de Estados Unidos.

La diáspora hondureña dice que esas declaraciones de la presidenta los pone en una situación de emergencia y se sienten usados con fines políticos.

Migrantes le piden a Xiomara Castro no estigmatizar a la diáspora con sus posturas políticas radicales.

Según autoridades de Tegucigalpa, más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, viven en EEUU y 280,000 nacionales están en lista de deportación.

FUENTE: OPINIONES DE ANALISTAS DE HONDURAS CONSULTADOS / REDES SOCIALES / REDACCIÓN DIARIO LAS AMÉRICAS

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