domingo 2  de  febrero 2025
REPORTE

Cuba: 684 protestas, denuncias y acciones cívicas en enero

El preso político Manuel de Jesús Guillén Esplugas murió en diciembre bajo custodia. Era nieto del poeta nacional de Cuba, Nicolás Guillén

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) contabilizó 684 protestas, denuncias y acciones cívicas públicas en Cuba en enero de 2024, 10 por ciento menos que las 760 de diciembre, pero en un primer mes del 2025 en el que el malestar causado por impopulares decisiones del régimen volvió a disparar al tope del registro del OCC los desafíos de los cubanos a su Estado policial, principalmente a través de las vigiladas redes sociales.

Esta actitud contestataria produjo 132 manifestaciones lo bastante atrevidas como para insertarse en esa categoría. Las razones más evidentes y escandalosas fueron: el regreso de largos apagones luego de una pausa en el fin de año; el sacrificio forzado de nueve reclutas del Servicio Militar tras el estallido de un polvorín en la provincia de Holguín; una excarcelación condicionada de presos políticos, que fue suspendida tras la investidura de Donald Trump como el presidente número 47 de los Estados Unidos¸ y la apertura, en medio de la angustiosa inseguridad alimentaria, de mercados bien abastecidos pero que solo aceptan dólares en efectivo o en tarjetas.

Fue de destacar en esta clasificación la actitud indoblegable mostrada por los presos excarcelados al ignorar las condiciones de no hablar con la prensa, no publicar en las redes sociales y presentarse a subsiguientes citaciones.

La categoría Alimentación, Inflación, Agricultura ocupó el segundo lugar en el registro de enero del OCC, con 131 entradas. En el inicio del año la inseguridad alimentaria se mantuvo, al seguir conjugándose los precios inflacionarios de los alimentos, el desplome de la producción agropecuaria y la creciente incapacidad del Estado para proveer las cuotas de víveres subsidiadas de la libreta de racionamiento. En ese contexto, el mercado en dólares inaugurado en el reparto de Miramar fue, al decir del humorista Ulises Toirac, una bofetada.

La columna de Actos Represivos acumuló 112 protestas y denuncias, indicando que ni siquiera para acompañar el optimismo de las excarcelaciones se detuvo el hostigamiento contra presos políticos, activistas y opositores, periodistas independientes y contra miembros de la sociedad civil. La brutalidad policial cobró las vidas de dos reclusos comunes, ambos por golpizas, en las prisiones Kilo 8 (Camagüey) y Melena II (Mayabeque) respectivamente.

La clasificación de Otros Problemas Sociales escaló al cuarto lugar con 104 protestas y denuncias. En primer plano figuraron las acusaciones de los familiares de los jóvenes soldados enviados a morir en el horno de un depósito de municiones en llamas, en la localidad de Melones (Holguín). Otros temas recurrentes fueron el consumo de drogas a temprana edad, la renuencia de las mujeres a tener hijos y la solidaridad de miembros de la sociedad civil y el exilio como único paliativo para los cubanos más vulnerables.

En la categoría de Inseguridad Ciudadana se inscribieron 76 quejas, en su mayoría divulgadas en las redes sociales o enviadas a medios y reporteros independientes. Quince cubanos perdieron la vida en el período, producto de la violencia social, criminal o de género. Se reportaron 12 desaparecidos y 31 denuncias de robos, entre ellos de celulares, motorinas eléctricas, reses, así como atracos en viviendas, asaltos algunos con armas de fuego y estafas.

Los Servicios públicos fueron tema de 61 manifestaciones de descontento. El de electricidad generó comentarios de enojo y sarcasmo al pie de los reportes de la Unión Eléctrica, en los que se apreciaba después de un respiro a fin de año un progresivo crecimiento del déficit de generación, resultante en apagones de 16 horas o más. Otro servicio público que hizo crisis fue el del abastecimiento de gas licuado, que se advirtió no se reanudaría hasta nuevo aviso, debido a que no se había descargado un barco por falta de pago.

La situación de la Salud Pública fue tema de 50 entradas en el registro del OCC. Con respecto a los hospitales se denunciaron los problemas de infraestructura, falta de medicamentos e insumos, equipos rotos, maltratos o desidia del escaso personal y una menguante lista de operaciones disponibles en Cuba. También, la crisis de los programas de prevención que dieron prestigio a la medicina cubana y la recurrencia de enfermos y familiares a la caridad pública o las redes sociales en busca de la ayuda que no encuentran en el sistema de salud.

Aunque en la columna de Vivienda solo se asentaron 18 protestas y denuncias, estas mostraron el sombrío panorama nacional: cubanos desamparados, desalojados, chozas en ruinas, edificios en peligro de derrumbe. Y mientras tanto, derroche de recursos en nuevos hoteles que no rebasan un 35 por ciento de ocupación. De estos, el Iberostar de 42 plantas de K y 23, en el Vedado habanero, se ve iluminado de noche en medio de la ciudad apagada. Así, se ha convertido en el pararrayos del resentimiento de los cubanos, que ya lo llaman El Mirador de la Miseria. Reportajes de las agencias Associated Press y Reuters así lo documentaron.

“Son tantas las urgencias que tiene la ciudad en infraestructura, vivienda, sanidad e imagen que es imperdonable que el poco dinero de que dispone el Estado se haya dedicado a un edificio que no aporta valor a la ciudad y que, para colmo de males, no es seguro que amortice su costo en el tiempo estimado”, le dijo a AP Abel Tablada, arquitecto y profesor universitario.

Y una vecina del flamante elefante blanco, Solanda Ona, le dijo a Reuters: “Todos (o bueno, no todos, la mayoría) estamos en este momento pasando por una situación, desde el punto de vista económico, difícil. Y claro, las personas de bajos ingresos, los más pobres, todo el mundo dice: “Bueno pero ¿hay dinero para esto y no habrá para otras cosas?".

Estas acciones o declaraciones más susceptibles de motivar una represalia del gobierno (149) superaron en diciembre a todas las demás categorías del registro del OCC, con una cifra comparable a la de noviembre (159). A diferencia del mes anterior, sin embargo, en el que hubo decenas de protestas físicas desencadenadas por los apagones, la mayoría de estas nuevas expresiones audaces de descontento tuvieron lugar en el último mes del año en las redes sociales.

Lo recogido por el OCC en esta columna indica que gana cada vez más terreno entre los cubanos la conciencia de que nada va a mejorar en Cuba sin cambiar un gobierno y un sistema que solo saben construir hoteles para que nadie vaya y mantener las cárceles llenas, sin nada de reformas y nada de esperanzas, como apuntó en un post la académica disidente Alina Bárbara López.

La categoría Alimentación, Inflación Agricultura ocupó el segundo lugar por número de protestas o denuncias con 129. Algunas malas noticias pueden haberlas empujado: el lanzamiento de una cruzada contra el delito enfocada en el sector privado que ahuyentó a los comerciantes, reduciendo la oferta de alimentos y aupando sus precios; y el anuncio de que el gobierno dejará de subsidiar la canasta básica racionada como lo ha venido haciendo desde los años 60, lo cual dejaría a su suerte a millones de pensionados y trabajadores con salario mínimo que dependen para sobrevivir de la llamada libreta de abastecimientos.

Los cubanos pasaron en diciembre otro mes atormentados por los interminables cortes eléctricos, incluyendo el tercer colapso total del sistema electroenergético y el segundo mayor déficit de generación en el año. Apagones de 16, 20 y hasta 24 horas, sin perspectivas de mejoría, mantienen en vilo las vidas de los isleños, afectando desde el sueño y la cocción y preservación de alimentos hasta la asistencia de los niños a las escuelas y el cuidado de los enfermos en los hospitales. Las protestas por el servicio eléctrico lideraron la categoría de Servicios Públicos (122), si bien se siguieron recibiendo otras referentes a los servicios de gas licuado, agua, salubridad, transporte, internet, bancarios y funerarios.

Con 106 entradas cada una terminaron el mes las columnas de Inseguridad Ciudadana y Actos Represivos.

En la primera, mientras el gobierno desarrollaba su campaña contra delitos que cree le perjudican, los cubanos continuaron encerrándose temprano en sus casas, aterrados por la inusitada ola de crimen y violencia. El OCC contabilizó en el mes 16 muertos por violencia social, criminal o de género tres de ellos, miembros de una misma familia cuyos cuerpos fueron descuartizados 16 personas desaparecidas, y 46 casos de robos, asaltos y estafas.

La represión continuó contra los presos, políticos o comunes; contra activistas, opositores y periodistas independientes; y contra miembros de la sociedad civil como cineastas, dueños de micro y pequeñas empresas privadas y personas sencillas que expresaron críticas en las redes sociales. El preso político del 11J Manuel de Jesús Guillén Esplugas murió en diciembre bajo custodia, según su madre, víctima de una golpiza, en la prisión Combinado del Este. Era nieto del poeta nacional de Cuba, Nicolás Guillén. Otros seis presos comunes fallecieron de hambre y enfermedades en las cárceles de Quivicán y Boniato.

La columna Otros Problemas Sociales totalizó 82 protestas, denuncias o acciones cívicas. Los temas principales abordados fueron el auge de la venta y consumo de drogas; el cada vez más visible trabajo infantil; las penurias de los ancianos que viven solos o en la indigencia y otras personas vulnerables; la solidaridad de la sociedad civil para con estos cubanos olvidados; la agonía de los reclutas del servicio militar; y la recurrencia de los cubanos a la religión en busca de consuelo o soluciones a su rosario de penas bajo la crisis multisistémica.

El OCC compiló 35 protestas o denuncias relacionadas con la Salud Pública. Los tópicos principales fueron el reciente brote de hepatitis A y su relación con miles de fosas desbordadas y ríos de aguas albañales; la crisis de los consultorios de la familia, que fueran el núcleo principal del sistema de atención primaria; una carta abierta de las madres de niños con fibrosis quística al MINSAP para que se les atienda como se debe; una denuncia de la insuficiente atención a pacientes de VIH; y varios casos de muertes por negligencias médicas.

En el ámbito de la Vivienda se asentaron en el registro 31 entradas, las cuales se enfocaron en el alto costo de construirse una casa en Cuba; el abandono por el gobierno de los damnificados de recientes y pasados huracanes; el cuestionamiento desde la isla a las cifras oficiales de viviendas en mal estado; una descripción de la vida en los llega-y-pon, las villas miseria cubanas; y las endebles construcciones que se levantan en la zona sísmica del oriente del país.

Conflictometro-Enero 2025.pdf

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