SANTIAGO.- La investigadora venezolana Zulmary Alicia Manjarres Farias, licenciada en bioanálisis, alcanzó un hito científico en Chile, al participar en una investigación que hizo un hallazgo importante sobre el dolor neuropático asociado al párkinson.
El estudio, próximo a ser publicado, abre puertas a nuevas estrategias terapéuticas para tratar los primeros síntomas de la enfermedad, que estima alcanzará a 12 millones de pacientes en el mundo para 2030, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En declaraciones ofrecidas a Crónicas de Chile, la venezolana, con diplomado en Inmunología, maestría en Ciencias Biológicas y doctorado en Ciencias Fisiológicas, resaltó que este avance científico podría ayudar a la intervención temprana del párkinson, puesto que el daño comienza antes de que los síntomas motores se hagan evidentes.
"Este trabajo me ha permitido aprender muchas técnicas nuevas y generar datos prometedores que esperamos puedan ayudar a mejorar la vida de pacientes con párkinson en el futuro", aseveró la científica, nacida en el estado costero de Vargas, rebautizado por el chavismo como La Guaira.
Un síntoma "no motor"
Manjarres, que actualmente trabaja en el laboratorio de Katelyn Sadler y Theodore Price, en la Universidad de Texas, indicó que el dolor neuropático, considerado un síntoma "no motor", suele aparecer hasta 10 años antes del diagnóstico formal, por lo que la gente no suele asociarlo al párkinson con dolor, aunque "seis de cada diez pacientes lo han experimentado".
Señaló, además, que el dolor neuropático se diferencia del dolor relacionado con la rigidez muscular y los temblores, puesto que surgen por el daño en el sistema nervioso periférico.
"El dolor es un tema importante y esencial a la hora de tomar en cuenta la calidad de vida de los pacientes. Mi mayor deseo es poder seguir trabajando en la investigación relacionada al dolor, seguir formando futuras generaciones y poder ayudar eventualmente a estos pacientes", apuntó.
Estadía en Chile
La científica venezolana, que hizo sus prácticas rurales en el estado Amazonas (sur), aplicó al Programa de Doctorado en La Pontificia Universidad Católica de Chile, donde combinó su pasión por la inmunología con su interés por el dolor neuropático.
"Chile fue un sitio donde considero que florecí y maduré como científica. A lo largo de mi doctorado viajé y presenté avances de mi investigación en diversos países como Portugal, Alemania y Canadá", apuntó.
Sus estudios en Chile le permitieron madurar en su profesión, pese a los desafíos que enfrentó, como el ser extranjera, la pandemia y el estallido social en Chile. "Fueron oportunidades de crecer y seguir madurando aun en la adversidad", sostuvo.
FUENTE: Con información de Crónicas de Chile / El Nacional