¿Cómo la presidencia de Claudia Sheinbaum podría moldear la relación de México con China e impactar el panorama geopolítico en el hemisferio occidental?
Claudia Sheinbaum saluda a sus partidarios en un mitin de campaña en la Ciudad de México, el jueves 16 de mayo de 2024.
AP
La República Popular China (RPC) ha estado expandiendo constantemente su influencia en América Latina, con México emergiendo como un objetivo clave en su estrategia geopolítica. La reciente elección de Claudia Sheinbaum como presidenta de México señala un posible punto de inflexión en las relaciones México-RPC, con implicaciones geopolíticas de gran alcance tanto para México como para Estados Unidos. Entre los invitados VIP de Sheinbaum en su toma de posesión se encontraban líderes estrechamente alineados con la RPC, incluidos Miguel Díaz-Canel de Cuba, Nicolás Maduro de Venezuela y Vladimir Putin de Rusia, todos los cuales mantienen fuertes lazos políticos, militares y diplomáticos con China.
Usando el marco MESII-PT —Político, Militar, Económico, Social, Información, Infraestructura, Medio Ambiente Físico y Tiempo— este análisis explora cómo la presidencia de Sheinbaum podría moldear la relación de México con China e impactar el panorama geopolítico en el hemisferio occidental.
Añadiendo intriga a esta situación, el presidente colombiano Gustavo Petro reveló que Sheinbaum fue parte del grupo guerrillero M-19, un movimiento insurgente armado en América Latina financiado por el narcotraficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria, un grupo en el que Petro también estuvo involucrado. "El M-19 ha producido dos presidentes en América Latina", se jactó Petro, destacando los antecedentes controvertidos de ambos.
Políticamente, México ha mantenido durante mucho tiempo una relación compleja con China, marcada tanto por la cooperación como por la competencia. A pesar de sus profundos lazos con Estados Unidos, México ha incrementado cada vez más su asociación estratégica con la RPC. En 2017, la relación se elevó a una "Asociación Estratégica Integral", subrayando la creciente importancia de China en la política exterior de México.
La presidencia de Sheinbaum podría acelerar aún más el compromiso de México con China. Con un fuerte respaldo político en la legislatura mexicana, la administración de Sheinbaum tendrá la flexibilidad para profundizar la cooperación con el país asiático, especialmente en áreas como infraestructura y energías renovables. Sin embargo, esta expansión de la influencia china en México podría generar preocupaciones en Washington, ya que tradicionalmente se considera a México un aliado vital de EEUU en la región. Bajo el liderazgo de Sheinbaum, el acto de equilibrio entre los intereses de EEUU y la creciente presencia de China probablemente será una característica definitoria de su política exterior.
Históricamente, México ha mantenido su cooperación con China limitada en términos de compromisos militares, debido principalmente a su estrecha relación de seguridad y defensa con Estados Unidos. Se espera que esta tendencia continúe bajo Sheinbaum. Si bien podría haber algunos intercambios simbólicos, como la participación militar en desfiles nacionales, es poco probable que México amplíe su cooperación militar con la RPC debido a las preocupaciones de EEUU.
Se espera que Washington supervise de cerca cualquier cambio en las relaciones militares entre México y China, ya que una cooperación significativa en esta área probablemente cruzaría una línea roja para los responsables políticos de EEUU. Por lo tanto, la colaboración militar seguirá siendo mínima bajo Sheinbaum para preservar los vínculos críticos de seguridad entre México y EEUU.
Económicamente, la presencia de China en México ha crecido significativamente. China es ahora el segundo socio comercial más grande de México después de EEUU, con el comercio entre ambas naciones aumentando treinta veces entre 2001 y 2022. Sin embargo, esta relación comercial se caracteriza por un desequilibrio significativo, ya que México mantiene un gran déficit comercial con el país asiático.
Uno de los métodos estratégicos de China para eludir los aranceles comerciales de EEUU es aprovechar las maquiladoras en México. Al trabajar con estas plantas de ensamblaje, China fabrica y ensambla productos, incluidos vehículos eléctricos (EVs), en México, lo que permite que estos productos se beneficien del acuerdo USMCA. Esto permite a las empresas chinas eludir eficazmente los aranceles de EEUU impuestos a los productos chinos al exportarlos a territorio estadounidense a través de México.
Bajo el liderazgo de Sheinbaum, los lazos económicos entre México y China podrían profundizarse aún más, particularmente en los sectores de infraestructura, energías renovables y tecnología. Las empresas chinas ya están involucradas en importantes proyectos de infraestructura, incluido el Tren Maya y la modernización del sistema de metro de la Ciudad de México. Además, las empresas chinas han realizado inversiones sustanciales en el sector de energía renovable de México, posicionándose como actores clave en el impulso del país hacia la energía verde.
A medida que crece la deslocalización, las empresas chinas también podrían ver a México como una base para acceder al mercado estadounidense, aprovechando la proximidad de México a EEUU bajo el acuerdo USMCA. La expansión de las maquiladoras con asociaciones chinas probablemente desempeñará un papel clave en el fortalecimiento de estas.
La influencia expansiva de China en México ha sido recibida con reacciones mixtas. Históricamente, México ha visto a China como un competidor económico, especialmente en la manufactura. Las preocupaciones sobre las importaciones chinas que socavan las industrias locales y desplazan a los trabajadores mexicanos han alimentado el escepticismo sobre el papel de China en el país.
También hay un legado cultural de desconfianza hacia China, que se remonta a la Revolución Mexicana, cuando los inmigrantes chinos fueron percibidos como amenazas económicas. Esta desconfianza podría resurgir si la administración de Sheinbaum se percibe como demasiado acomodaticia con los intereses chinos. La opinión pública, particularmente entre las empresas y los trabajadores mexicanos, será crucial para determinar hasta qué punto puede profundizarse la relación de México con China.
China ha logrado avances significativos en los sectores de información y telecomunicaciones de México, principalmente a través de empresas como Huawei, que desempeña un papel importante en el despliegue de la red 5G en México. Esta expansión ha generado preocupaciones en EEUU sobre los riesgos de ciberseguridad y la posible influencia de China en la infraestructura digital crítica de México.
A medida que México moderniza su panorama digital, las empresas chinas están bien posicionadas para expandir su papel en la provisión de soluciones tecnológicas. Sin embargo, esta creciente influencia en la esfera digital de México podría aumentar el escrutinio de EEUU, particularmente en el contexto de la rivalidad geopolítica más amplia entre EEUU y China por el control de la infraestructura global de telecomunicaciones.
La infraestructura es un área crucial donde China ha logrado avances significativos en México. Las empresas chinas han obtenido contratos para importantes proyectos de infraestructura, incluido el Tren Maya y la modernización de diversos sistemas de transporte. Bajo el liderazgo de Sheinbaum, estos proyectos podrían acelerarse, lo que daría a China un papel aún más destacado en el desarrollo de infraestructura en México.
Uno de los proyectos de infraestructura más estratégicos es el corredor transístmico, que conecta las costas atlántica y pacífica de México. Una vez completado, este corredor podría servir como una alternativa al Canal de Panamá controlado por EEUU, proporcionando a China acceso directo al mercado estadounidense. Dada la influencia política de Sheinbaum y el enfoque de su administración en la infraestructura, es probable que las empresas chinas jueguen un papel central en estos desarrollos.
China está particularmente interesada en los vastos recursos naturales de México. Una de las áreas de mayor interés son las reservas de litio de México, esenciales para la producción de baterías para vehículos eléctricos. Las empresas chinas, como Ganfeng, ya han realizado inversiones significativas en el sector del litio en México. Bajo el liderazgo de Sheinbaum, podría haber un impulso renovado para permitir que las empresas chinas desarrollen y extraigan este recurso crítico, a pesar de que México ha nacionalizado la explotación del litio en los últimos años (East West Bank).
Además del litio, las inversiones chinas en el sector de energías renovables de México se han expandido, especialmente en proyectos de energía eólica y solar. A medida que México avanza en su transición hacia energías limpias, la experiencia y las inversiones de China en estos sectores probablemente crecerán. Esto permitirá a China posicionarse como un socio clave en los esfuerzos de México por diversificar su matriz energética y cumplir con los compromisos climáticos globales.
Más allá de las energías renovables, China también ha mostrado interés en otros minerales y recursos naturales de México, como el cobre, el hierro y el petróleo. Estos recursos son vitales para las industrias manufactureras y de tecnología de China, lo que convierte a México en un socio estratégico para asegurar un suministro estable de materias primas. Este interés forma parte de la estrategia más amplia de China para diversificar sus fuentes de recursos y asegurar su cadena de suministro global en medio de la creciente rivalidad con Estados Unidos.
El momento es crítico para evaluar la creciente influencia de la RPC en México. La presidencia de Sheinbaum llega en un momento crucial, ya que la rivalidad entre EEUU y China se intensifica. La proximidad de México a Estados Unidos lo convierte en un actor clave en esta lucha geopolítica, y la forma en que Sheinbaum maneje las relaciones de México con ambas potencias definirá la política exterior de su administración.
La próxima revisión del acuerdo USMCA en 2026 será un momento decisivo para México, ya que podría determinar cómo el país equilibra sus lazos económicos con EEUU mientras sigue acomodando las inversiones chinas. A medida que la deslocalización reconfigura las cadenas de suministro globales, las empresas chinas están bien posicionadas para capitalizar esta tendencia mediante la expansión de sus operaciones en México.
El panorama geopolítico de México bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum estará moldeado por la compleja interacción de la política interna, las relaciones entre EEUU y México, y la creciente influencia de China en la región. Utilizando el marco MESII-PT, queda claro que la presencia de China en México se está expandiendo a través de múltiples dimensiones, desde la infraestructura hasta la tecnología digital. Sin embargo, esta expansión enfrentará desafíos, incluyendo la resistencia social, el escrutinio de EEUU, y la necesidad de que Sheinbaum equilibre cuidadosamente las relaciones de México con sus dos socios comerciales más grandes.
Para Estados Unidos, mantener líneas de comunicación abiertas con la administración de Sheinbaum será crucial para asegurar que la influencia de China en México no socave los intereses estratégicos de ambos países. Los próximos años serán determinantes para definir cómo México maneja su relación con China, con implicaciones de gran alcance para la geopolítica del hemisferio occidental.
Fuentes:
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