sábado 29  de  junio 2024
¿GOLPE DE ESTADO?

Alzamiento militar en Bolivia, "desorden" de una dictadura en crisis

En opinión del exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín, el supuesto intento de golpe de Estado en su país podría ser una simulación o un ajuste de cuentas

Por Estefani Brito

El “desorden de una dictadura en crisis”, así calificó Carlos Sánchez Berzaín, exministro de Gobierno de Bolivia, el alzamiento militar registrado en ese país el miércoles 26 de junio, y aseguró que difícilmente el suceso servirá para recuperar la libertad y la democracia en esa nación sudamericana, sometida por años a las dictaduras del siglo XXI.

“Esto es un movimiento dentro de un sistema irregular que se llama dictadura y puede ser un autogolpe, una simulación o un ajuste de cuentas interno. En todo caso, es muy dudoso que esto sirva para recuperar la libertad y la democracia en Bolivia”, expresó el exministro boliviano, refugiado político en Estados Unidos y actual director ejecutivo del Interamerican Institute for Democracy, con sede en Miami.

Sánchez Berzaín indicó que desde hace casi dos décadas, específicamente con la llegada del líder cocalero Evo Morales al poder (2006 - 2019), Bolivia dejó de ser una democracia para convertirse en una “dictadura satélite” de Cuba y Venezuela.

“Han desinstitucionalizado por completo las Fuerzas Armadas. Hace años que las Fuerzas Armadas no son las Fuerzas Armadas de la nación, sino del régimen”, sostuvo el exministro.

A su juicio, la sublevación militar deja en evidencia el “desorden” y la “crisis” que enfrenta el régimen liderado por el presidente Luis Arce, afín a Evo Morales, que ha llevado al país “a la miseria, a la condición de narcoestado, a tener más de 300 presos políticos y más de 10,000 exiliados”.

¿Juego de lealtades?

Militares bolivianos, dirigidos por los comandantes generales Juan José Zúñiga y Andrés Zúñiga, tomaron la Plaza Murillo de La Paz, donde se registraron enfrentamientos con los ciudadanos, e ingresaron al Palacio de Gobierno para expresar su “molestia” con el presidente boliviano.

Esto se produjo después de que Arce ordenara la destitución del general Juan José Zúñiga, luego de que este se manifestara en contra de la reelección de Evo Morales, quien tiene aspiraciones de cara a las presidenciales de 2025, pese a la sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), emitida en diciembre de 2023, que prohíbe la reelección indefinida.

“No puede ser que la lealtad de los comandantes se pague con deslealtad”, expresó el general Andrés Zúñiga en declaraciones a la prensa desde el centro del poder político en La Paz.

“Esta frase, por ejemplo, demuestra la crisis interna y la lealtad de los comandantes al régimen. Zúñiga se ha dado cuenta hoy día de que Bolivia es una dictadura y, además, no lo dice. O sea, es un juego de lealtades entre ellos, dentro de un régimen dictatorial”, señaló Sánchez Berzaín.

Ante este escenario, el exministro comentó que se debe dar tiempo para que la situación “amaine” y se pueda ver con mayor claridad qué sucede realmente en la nación andina.

“¿Dónde está Arce hoy día? ¿Está preso? ¿Lo han destituido? ¿Lo han cambiado? ¿Han tomado el mando? Esto es señal de una dictadura castrochavista en crisis, que se está derrumbando internamente, pero no hay nada claro hasta el momento”, subrayó Sánchez Berzaín.

Popularidad de Arce

El general Juan José Zúñiga afirmó tras su detención que el mandatario boliviano, Luis Arce, le pidió sacar “los blindados” para “levantar” su popularidad, tras confesarle que la “situación está muy jodida”.

“El presidente me dijo que la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. ¿Sacamos los blindados?”, manifestó Zúñiga, quien respondió afirmativamente a la supuesta pregunta del presidente.

Zúñiga también abandonó el lugar, tras lo cual fue detenido y presentado en un cuartel de la policía, junto al comandante general de la Armada Boliviana (Marina), el vicealmirante Juan Arnez Salvador. Ambos son acusados por la fiscalía de los delitos de terrorismo y alzamiento armado.

Después se apaciguó el temporal con el retorno de los uniformados a sus cuarteles y la detención de los dos jerarcas castrenses.

Más tarde, el Palacio de Gobierno difundió una conversación entre Arce y Zúñiga en las puertas de la casona presidencial, rodeados de militares.

Arce lo increpó: "yo soy su capitán general, vuelva tras sus órdenes y lleve a toda la policía militar a sus cuarteles (...) repliegue a todas estas fuerzas en este momento, general. Es una orden, general, ¿no me va a hacer caso?". Luego Zúñiga respondió con un tajante "no".

Arce, desde su cuenta en la red social X, dijo la noche del miércoles: "¡Vamos a defender la democracia y la voluntad del pueblo boliviano, cueste lo que cueste!".

Agradeció a los países "que han condenado de manera enérgica y se han pronunciado en favor de la democracia boliviana, ante el intento de golpe de Estado a nuestro gobierno".

¿Reforma de la democracia?

A través de la red social X, tanto Arce como Morales denunciaron un intento de golpe de Estado ante el fuerte despliegue militar liderado por Juan José Zúñiga, quien perdió su cargo el martes 25, tras afirmar en la televisión nacional que Morales “no puede ser más presidente” del país, por lo que no permitiría que “pisotee la Constitución” y “desobedezca el mandato del pueblo”.

En sus mensajes de alerta en la red social X, mientras el jefe de Estado en funciones llamó al “respeto de la democracia”, el expresidente socialista convocó a una “movilización nacional para defender la democracia” y declaró un “paro general indefinido y bloqueo de caminos”. “No permitiremos que las Fuerzas Armadas violenten la democracia y amedrenten al pueblo", apuntó.

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Por su parte, el general Juan José Zúñiga afirmó que “reformará la democracia” y que liberará a todos los presos políticos, incluida la expresidenta interina Jeanine Áñez, detenida en marzo de 2021 por los presuntos delitos de “sedición, terrorismo y conspiración”, relacionados con las denuncias de fraude electoral que resultaron en la renuncia de Morales.

“Queremos restablecer la democracia, que sea una nueva democracia, una verdadera democracia. Al Ejército no le falta para velar por el futuro de nuestros pueblos”, aseveró.

Nuevos nombramientos

El general Andrés Zúñiga indicó que los comandantes que estuvieron al frente de este alzamiento militar tenían el deber y la obligación de “recuperar la patria”, por lo que procedieron a “tomar” la Casa Grande del Pueblo, sede del Poder Ejecutivo, y detener a Morales.

Agregó que, aunque “por el momento” reconocen la autoridad del presidente Arce, pronto instalarían un “nuevo Gabinete”, con cambios de ministros.

Mientras tanto, Arce anunciaba la destitución de todo el alto mando militar y la designación de los generales José Wilson Sánchez Velázquez, Gerardo Zabala Álvarez y Renán Ramírez, como comandantes del Ejército, la Aviación y la Armada Nacional, respectivamente.

“Estamos seguros de que con todo esto que está ocurriendo en nuestro país y con este nombramiento vamos a aplacar los apetitos inconstitucionales; llamamos al pueblo boliviano a movilizarse y a mantener la calma porque todos los bolivianos juntos vamos a derrotar cualquier intentona golpista”, apuntaba Arce.

Embed - Bolivia: Excomandante Zúñiga afirma que Luis Arce pidió "preparar algo" para "levantar popularidad"

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